En Catedral de Sal también se vivió el V Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá

Un encuentro musical, espiritual, que promueve el respeto a la diversidad de creencias, el diálogo, la amistad y una cultura de paz.

ZIPAQUIRÁ, CUNDINAMARCA.

Hasta las gallardas profundidades de Catedral de Sal de Zipaquirá llegaron las más hermosas notas y voces de las diferentes tradiciones culturales a través de las Músicas Sagradas del Mundo.

Dentro del marco del V Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá se vivió, el pasado domingo 11 de septiembre, un ‘Gran Concierto para no Olvidar’, donde más de 700 personas se desplazaron desde la Capital de la República –sede central del Festival- a la Capital Salinera de Colombia para disfrutar de las presentaciones del Coro Filarmónico Juvenil y la Orquesta Fusión Filarmónica Juvenil de Bogotá, bajo la dirección de Diana Cifuentes y Ricardo Jaramillo, de Colombia.

Los asistentes vivieron una experiencia única al escuchar el Réquiem Op. 9 del compositor francés Maurice Duruflé con la perfecta acústica en las entrañas de la tierra, donde además participaron diferentes líderes Judíos, Cristianos, Musulmanes, Hinduistas, Espirituales Ancestrales y de otras confesiones de fe.

“El escenario ha sido maravilloso, cientos de personas de Bogotá han podido presenciar este concierto el cual hemos organizado en presencia de varios líderes religiosos y ha sido dedicado a las personas víctimas de las persecuciones religiosas”, sostuvo Marianna Piotroswska directora del Festival de Música Sacra.

Un encuentro anual, único en Latinoamérica.

 Según Marianna Piotrowska, el Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá es un encuentro anual, único en Latinoamérica, que presenta las diferentes tradiciones culturales a través de las Músicas Sagradas del Mundo. Es un encuentro musical, espiritual, que promueve el respeto a la diversidad de creencias, el diálogo, la amistad y una cultura de paz.

Este Festival es una oportunidad para abrir los corazones y mostrarle al mundo que, aunque somos todos distintos, tenemos algo en común y esto se llama el amor y el respeto por lo Sagrado.

Es una invitación a todas las personas a recordar, compartir, comprender y a aprender unos de otros, dejar de un lado las diferencias y unir fuerzas. A elevar el espíritu propio a través de la Música Sacra. Al deleite con las diferentes armonías y melodías propias de cada cultura, de cada tradición, de cada historia.

Esta actividad, organizada y promovida por la Corporación Cultural InterColombia, ofrece y aporta a la sociedad colombiana un beneficio cultural para el futuro, fomentando el cambio, la tolerancia y la paz.

“El Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá se fundó en el 2012 en homenaje a los 50 años del Concilio Vaticano II; es un evento anual, multirreligioso, con el objetivo de divulgar la espiritualidad del mundo a través de sus músicas sagradas”.