‘El Campo Cuenta La Verdad’: las vivencias de los campesinos dentro del conflicto colombiano
La Comisión de la Verdad realizará un reconocimiento al campesinado de la Región Centro Andina.
CAJAMARCA, TOLIMA.
La Macroregión Centroandina de la Comisión de la Verdad, realizará los días 26 y el 27 de noviembre, en el municipio de Cajamarca, Tolima, un ejercicio de escucha y reconocimiento a las trayectorias de individuos y comunidades campesinas que en el marco del conflicto han vivido impactos, afectaciones, pero a partir de estas, también han generado afrontamientos y resistencias.
‘El Campo Cuenta La Verdad’, como es denominado este encuentro, contará con la participación de más de cien campesinos de los departamentos de Huila, Tolima, Cundinamarca y Boyacá, un escenario que girará en torno al reconocimiento de 3 hechos victimizantes que han impactado las vidas de campesinos y campesinas.
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En primer lugar, las trashumancias forzadas que ha generado el conflicto y que se materializan en el desplazamiento forzado del campo a la ciudad, es decir, las casi 8 millones de personas han tenido que dejar sus tierras por causa de masacres, asesinatos selectivos, amenazas contra su vida, reclutamientos forzados, desapariciones, entre otras, y que han llegado a poblar las ciudades. Así mismo, se dialogará y se realizará un análisis sobre las expulsiones de comunidades que en lugar de desplazarse a las ciudades han huido del conflicto yendo a las zonas apartadas más allá de la frontera agrícola y colonizando forzosamente amplias regiones del país.
En segundo lugar, el despojo de tierra en sus múltiples facetas, muchas veces asociado al desplazamiento forzado, y a la vez asociado al acaparamiento de tierras y a los mecanismos jurídicos que han llevado a los campesinos y campesinas no solo a abandonar sus tierras sino a perder sus derechos de propiedad, posesión y usufructo de la tierra.
Por último, la persecución política de la que han sido víctimas los campesinos y campesinas, sus asociaciones y organizaciones a nivel local, regional y nacional, y la imposibilidad que esta población en muchas zonas del país ha tenido para participar políticamente en el marco de un estado social de derecho en las decisiones que les incumben, de hacer oposición política o elegir libremente con qué ideología, partido, postura o corriente política quiere asociarse, militar o trabajar.
“Un espacio de diálogo y reconocimiento de hechos que por décadas han maltratado a quienes labran la tierra y proporcionan un importante aporte al país”.
