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Judicial

Sería una injusticia monumental involucrar a Marín con el atentado

Voces de esperanza y más oraciones a Dios pide la familia de Carlos Marín para probar su inocencia.

Foto cortesía Familia


BOGOTÁ, CUNDINAMARCA.


No se puede inferir que Carlos Arturo Marín haya participado en el atentado: Procuraduría.

 

Añadió el Ministerio Público que la imputación de cargos se basa en llamadas con una de las capturadas, pero no hay fotos de que haya manejado la motocicleta roja.

 

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 Así fue divulgado en la noche de hoy por Blu Radio, donde publicó que, la Procuraduría puso en duda la participación de uno de los capturados por el atentado en la Escuela de Cadetes General Santander, perpetrado en enero del 2019.

 

La Procuraduría dijo que la Fiscalía no mostró pruebas contundentes en contra de Carlos Arturo Marín, el supuesto escolta de la camioneta que explotó en el atentado.

 

“El Ministerio Público encuentra que respecto a él no hay una inferencia razonable de participación como cómplice de ese atentado”, señaló el delegado.

 

Añadió que la imputación de cargos contra Marín se basa en unas llamadas el día de los hechos con Angie Lorena Solano, una de las capturadas, pero que no hay fotos de que haya manejado la motocicleta roja desde Zipaquirá hasta Bogotá, vehículo que se usó para recoger al conductor de la Nissan Patrol y escoltarlo hasta una cuadra antes de la Escuela General Santander, donde, finalmente, se subió alias ‘Kiko Mocho’, quien se inmoló.

 

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“Se dice que el día de los hechos salió muy temprano de su residencia en Zipaquirá y llegó a la ciudad de Bogotá en, aproximadamente, 45 minutos.

 

Se asume que él venía en la moto roja, que fue una de las acompañantes del vehículo terrorista, y que luego la habría dejado encendida en un sitio en el barrio Teusaquillo, un sitio muy cercano a la Escuela de Cadetes, para que uno de los ocupantes del vehículo huyera en la moto y el vehículo fuera llevado por la persona que era conocida como ‘Kiko Mocho’, que fue el que se inmoló en el atentado, pero todas son suposiciones”, aseguró.

 

Puntualizó el Ministerio Público que, aunque es un hecho que Carlos Arturo Marín hizo un recorrido de Zipaquirá a Bogotá, el ente acusador no logró probar que lo hizo en moto, menos en una roja y que habló con Solano para planear un atentado.

 

“Pero no se pudo determinar que él viniera en una moto y menos en una moto roja, no tenemos videos ni testimonios ni registros morfológicos; no tenemos fotografías en donde aparezca el señor Carlos Arturo Marín conduciendo esa moto y la suposición de que llegó en moto es por el tiempo que se demoró llegando de Zipaquirá a acá. Su señoría, puede decirse que sí vino en una moto, ¿pero en una moto roja y que participó en el atentado?”, cuestionó el delegado de la Procuraduría.

 

Sobre las llamadas que registran las celdas que están alrededor de la Escuela, entre Carlos Arturo Marín y Angie Lorena Solano, el delegado del Ministerio Público puso en duda que no se conozca el contenido de las llamadas ni los registros de las cámaras de vigilancia del sector, en donde se muestre una imagen del detenido.

 

“Que el señor registra una llamada con Angie Lorena, es evidente que hay unas conexiones de él, pero no se tiene hasta el momento un elemento probatorio que permita dilucidar que esa llamada haya sido con motivo del atentado terrorista o para coordinar la entrega de la moto roja. Señoría, eso es una suposición que no tiene soporte de inferencia razonable en los elementos materiales probatorios. No sabemos qué fue lo que vino hacer acá el señor Carlos Arturo Marín, hay una posibilidad que hubiera venido a participar a prestar su colaboración en el atentado terrorista, pero también existe otra posibilidad de que él hubiera venido a hacer otro tipo de diligencias”, añadió.

 

“También se revisaron los elementos materiales probatorios aportados por su defensa y hay unas fotografías que aporta la defensa del sitio donde, supuestamente, de acuerdo con las celdas de comunicación, habría dejado la motocicleta, y ahí hay una cámara de vigilancia, la pregunta es: ¿se trató de obtener registro de video de esa cámara de vigilancia? No sabemos. No sabemos si estaba funcionando, el caso es que había una posibilidad de una prueba que lo pudiera relacionar con la motocicleta por el registro que pudiera haber tenido la cámara, entonces ahí hay duda, porque no se obtuvo”, sentenció.

 

Mientras tanto la familia del señor Marín pide por todos los medios que se haga justicia pronto porque, según ellos, no tiene nada que ver y en ninguna circunstancia con ningún hecho delictivo, menos con el atentado contra la Escuela de Cadetes General Santander.

 

Clama la familia Marín, por voces de esperanza y piden oraciones a sus conciudadanos de Zipaquirá: “Rogamos a Dios y pedimos a todos en el municipio una cadena de oración para que la justicia en corto tiempo libere a mi padre”, comentó Erika Marín.

 «No hay una inferencia razonable de participación como cómplice».

Extrategia Medios
Equipo de redacción de Extrategia Medios

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