La renovaciĆ³n desconocida
Por: Felipe Vanegas
Presidente electo del Concejo periodo 2017
āLa nueva mesa directiva que presidirĆ© durante el prĆ³ximo aƱo, no tiene opciĆ³n diferente a buscar todas las alternativas para no generar una crisis que para algunos podrĆa verse atractiva en tĆ©rminos de ganancia polĆtica, pero serĆa nefasta para los intereses de los ciudadanos zipaquireƱosā.
El Gobierno Municipal y varios actores polĆticos de la ciudad se equivocan al desconocer el fenĆ³meno de renovaciĆ³n que vive el Concejo y al generan tensiones innecesarias, privilegiando a la polĆtica tradicional y desaprovechando el entusiasmo, la sintonĆa con la opiniĆ³n pĆŗblica y las capacidades de la nueva generaciĆ³n.
Esta situaciĆ³n radica, en buena parte, en el rechazo predecible de los grupos que se aferran a las prĆ”cticas polĆticas que imperaron por varios periodos en la ciudad, y que hoy ejercen presiĆ³n al gobierno para que niegue cualquier corriente renovadora, desconociendo asĆ al Ćŗnico actor que hoy le podrĆa dar un viraje positivo al gobierno de Luis Alfonso RodrĆguez.
Preferir a los sectores tradicionales por encima de nuevos liderazgos de evidente influencia en la opiniĆ³n pĆŗblica es un acto de terquedad, sobre todo cuando ademĆ”s de priorizar a dichos sectores, se excluye a los jĆ³venes con una actitud de escaso tacto polĆtico.
En ese sentido, el gobierno desprovisto de cualquier asomo de pragmatismo, le apuesta a los mismos sectores que respaldaron al exalcalde SĆ”nchez, quizĆ”s uno de los gobernantes mĆ”s impopulares de la historia municipal. Mientras tanto tilda a los nuevos concejales de āignorantesā y afirma que tienen actitudes ācasi canĆbalesā por seƱalarle errores a sus secretarios, en un acto responsable e inherente al control polĆtico.
Nadie puede negar hoy que en el grupo de los concejales que han elegido las 2 mesas directivas, coinciden los cabildantes que mĆ”s le han aportado a los proyectos de acuerdo presentados por el Alcalde. Es injusto desconocer, por ejemplo, el rol del concejal Eduard Sarmiento como ponente del Plan de Desarrollo, la observancia crĆtica y propositiva del concejal FabiĆ”n Rojas , el liderazgo de Alex Salgado a favor de los intereses del comercio formal, la pertinencia y contextualizaciĆ³n jurĆdica que aporta a todos los temas Luis Eduardo GuzmĆ”n, o la tarea que junto a otros concejales emprendimos para fijar en la agenda municipal la polĆ©mica constituciĆ³n de la Empresa Mixta de TrĆ”nsito en un negocio contrario al interĆ©s general.
āLa nueva mesa directiva que presidirĆ© durante el prĆ³ximo aƱo, no tiene opciĆ³n diferente a buscar todas las alternativas para no generar una crisis que para algunos podrĆa verse atractiva en tĆ©rminos de ganancia polĆtica, pero serĆa nefasta para los intereses de los ciudadanos zipaquireƱosā.
De este grupo nacieron tambiĆ©n los principales aportes para fortalecer proyectos como la creaciĆ³n del Fondo de Desarrollo Rural, la regulaciĆ³n de la publicidad exterior visual y los proyectos educativos, ademĆ”s de salvar el emprĆ©stito que llegĆ³ a plenaria con ponencia negativa bien sustentada.
De este grupo variopinto, donde hay gobiernistas, personas de la izquierda, independientes, periodistas, mĆ©dicos y abogados, han nacido por primera vez foros municipales para visibilizar malas prĆ”cticas administrativas, conversatorios con colectivos y gestores culturales, interlocuciĆ³n con lĆderes, convocatoria a sectores por aƱos descartados del debate pĆŗblico, ademĆ”s de la excelente gestiĆ³n de visibilizar las sesiones a travĆ©s de redes sociales y medios masivos de comunicaciĆ³n que hay que reconocerle a la actual mesa directiva.
Sin embargo, el Alcalde toma partido por el grupo contrario. Se apoya en el sector donde abundan forzados aplausos a la AdministraciĆ³n Municipal y eufemismos sobre el āGobierno Bonitoā, pero donde escasean las ideas y los discursos se opacan intentando defender una gestiĆ³n en la que ni sus propios defensores creen.
Esta coyuntura puede tener dos orĆgenes. En primera instancia, el desdĆ©n que esgrime el Alcalde por la institucionalidad de la CorporaciĆ³n y su escaso tacto polĆtico, situaciĆ³n que termina convirtiendo al Concejo en un incĆ³modo compaƱero de gobierno. Y por otra parte, la absurda posiciĆ³n de que aquellos que no defienden la gestiĆ³n a ultranza y desde el servilismo mĆ”s puro, no pueden siquiera acercarse a la toma de decisiones, por mĆ”s que puedan tener ideas renovadoras y positivas.
Si a eso le sumamos que la selecciĆ³n de los asesores cercanos a la AdministraciĆ³n no luce como la mĆ”s idĆ³nea, pues pareciera que se estuviesen configurando todos los elementos que constituyen un gobierno que estĆ” equivocando el camino.
La nueva mesa directiva que presidirĆ© durante el prĆ³ximo aƱo, no tiene opciĆ³n diferente a buscar todas las alternativas para no generar una crisis que para algunos podrĆa verse atractiva en tĆ©rminos de ganancia polĆtica, pero serĆa nefasta para los intereses de los ciudadanos zipaquireƱos. Profundizar la distancia entre el Concejo y la AdministraciĆ³n podrĆa agravar la debilidad institucional y de gobierno que le heredĆ³ el alcalde RodrĆguez a su antecesor.
El interĆ©s por generar una dinĆ”mica independiente, pero al tiempo propositiva, todavĆa se sobrepone a la tendencia del gobierno por enviar mensajes de divisiĆ³n y desconocimiento de la nueva generaciĆ³n polĆtica. La iniciativa de āZipaquirĆ” Nuestraā (la carita feliz), partĆa de la base de que la transformaciĆ³n de la ciudad tenĆa que convocar a todos los sectores, y era contraria a la exclusiĆ³n y al sectarismo.
Creo que hay tiempo de recomponer pero primero se deben seleccionar los aliados correctos, algunos por afectos, otros por simple conveniencia y estrategia. Al fin de cuentas un mal gobierno no beneficia a nadie.