Pedro Fermín De Vargas, El otro Precursor

1 de abril de 20171827 views0

Luis Augusto Cuéllar Garzón

I.Q.MSc, Profesor Universitario, invesigador.

“…Oíd la voz de un patriota reconocido, que no os habla, ni aconseja, sino por vuestro bien, por vuestro interés, y por vuestra gloria. impongamos silencio a toda otra pasión, que no sea la del bien público”(Pedro Fermín de Vargas, 1797).

ZIPAQUIRÁ

Las reflexiones sobre los hechos históricos que tuvieron lugar en los albores de la independencia ayudan a comprender de una manera más amplia y profunda el significado de los mismos. De igual forma, quizá, lo más importante, a valorar a quienes participaron como protagonistas.

He querido tomar como referencia a un personaje: Pedro Fermín De Vargas, un prócer olvidado y refundido en la historia de nuestro país. De por sí, es muy poco lo que conocen los colombianos acerca de las actuaciones y motivaciones de este importante personaje de nuestro pasado, quien soñó con un país libre, justo y equitativo. Sin embargo, vale la pena añadir que en los últimos años los especialistas en historia han aumentado escritos acerca de este compatriota.

El prócer del cual hablamos fue un destacado mestizo para la época, descendiente de indígenas por parte de la madre y de españoles por el padre. Fueron ellos, Pedro De Vargas y Ana Sarmiento. Nació en San Gil el 3 de julio de 1762, tierra comunera, de manera que cuando el alzamiento tuvo lugar don Pedro Fermín era un joven de 19 años. Cursó Estudios en Colegio Mayor del Rosario, en donde fue colegial de este centro universitario; recibió el título de bachiller en filosofía en 1781 y un año más tarde se graduaría en jurisprudencia; pero además de lo anterior se inclinaba fuertemente por la botánica y la medicina.

Su formación y su preclara inteligencia, señalada por sus biógrafos, le sirvieron para ser invitado a colaborar con Expedición Botánica; su nombramiento como comisionado de la misma se produjo en el año de 1783, la participación en este proyecto le daría un primer neogranadino en visualizar a una república independiente de la corona española. Así lo señala Tisnés:

“Sus diversos trabajos sobre la Nueva Granada revelan al estudioso formado en severas disciplinas, al investigador científico incansable e insaciable, al acertado diagnosticador de los problemas y necesidades básicas de un país y al erudito y castizo exponente de cuantas ideas y planes bullen en su mente”.(1).

Tiempo después, en 1784 sería llamado por el arzobispo y virrey a colaborarle como oficial cuarto de la secretaría del virreinato.

Posteriormente, el 31 de agosto de 1789 sería nombrado por el virrey Ezpeleta como corregidor de Zipaquirá y Ubaté. Fue un destacado administrador pero, no solamente eso, su experiencia la plasmó en escritos de los cuales se destacan:

“Las constituciones Hospitalarias”, en esta obra habla sobre la reforma hospitalaria de 1790 y formula algunas ideas sobre la manera de administrar una entidad como un hospital de la época. Dicho escrito fue como un plan de salud al virrey Ezpeleta.
De igual forma, en otro escrito: “Pensamientos políticos sobre Agricultura y Minas en el Virreinato de Santafé de Bogotá” se muestra escéptico en cuanto que el desarrollo económico se base en la explotación minera, por el contrario sostiene que la agricultura es el mejor medio regulador para la buena marcha de un gobierno. Como consecuencia de dichos escritos, la Academia Colombiana de Historia, lo caracterizó como el primer ciudadano colombiano que se interesó por los temas económicos en la época de la independencia.

Para algunos, es el postrimer economista de la colonia y el primero de la independencia. Así es que la fecha de celebración de los economistas en el país, es el 3 de julio, día en el cual nación este colombiano.

Al leer sus Pensamientos Políticos, -destaca Abel Cruz Santos en su Introducción a la Historia de la Economía Colombiana- “sorprenden sus conocimientos múltiples, su intuitiva inteligencia. Desde la descripción del territorio, sus favorables condiciones para la agricultura, el estudio de Las vías de comunicación, hasta el agudo análisis de las deplorables condiciones De vida de los habitantes del Nuevo Reino”. (2).

Fue, al decir de la mayoría de sus contemporáneos, según Tisnes (1979) “un sujeto de singular talento e instrucción” y de “superiores luces”. Uno de los personajes más lúcidos y temerarios de la generación de la Independencia.

Participó en los planes de emancipación e independencia, veinte años antes del 20 de julio, organizando y trazando todo un plan incipiente de insurrección; una parte de la biblioteca incautada a Nariño, provenía de Vargas. Cuando se escapa con Bárbara Forero una dama casada de Zipaquirá, los españoles tenían indicios fuertes de sus acciones conspirativas, este episodio de escape pareciera ser un pretexto para la evasión de los seguimientos que ya era objeto por parte de los españoles. Su ruta, los llanos orientales con su posterior aparición en Caracas, las Antillas, Estados Unidos, Francia e Inglaterra, en este último país conoció al gran precursor venezolano Francisco Miranda. Así, con el precursor de la independencia americana recorrió, tanto París, Londres, Washington y otras ciudades europeas en la consecución de financiación de la causa emancipadora. De Vargas se desconoce a ciencia cierta su final, algunos creen que fue asesinado en New York, por los servicios secretos españoles. De manera conjunta con Miranda y Nariño eran los primeros en la lista de los más buscados por el invasor español.

Otra actividad importante de este nacional fue la de participar activamente en la formación y funcionamiento de la logia “El Arcano Sublime de la Filantropía”. Algunos sostienen que:

“La francmasonería -vínculo de moda entre los intelectuales europeos- es una receta inglesa, con ingredientes franceses, para exportar la revolución. Los venerables maestros recorren el mundo ayudados y protegidos por sus «hermanos». Irreversibles causas históricas, sociológicas y económicas están señalando que la independencia de las colonias americanas es una realidad a corto plazo. Los objetivos secretos de esta sociedad son, pues, los de trabajar en forma decidida por la emancipación de la colonia…

A tales tenidas pueden entrar sólo unos pocos iniciados: ..el abogado José Antonio Ricaurte y Rigueiro, custodio de los estatutos de la sociedad secreta; José María Lozano y Manrique, hijo del marqués de San Jorge; los Azuola: José Luis, fundadordel Correo Curioso, y Luis Eduardo, prócer de la independencia; el antioqueño Juan Esteban Ricaurte y Muñiz, padre del héroe de San Mateo; su íntimo amigo Francisco Antonio Zea; el canónigo Francisco Tovar; el abogado, prócer y mártir boyacense José Joaquín Camacho y Lago; el también abogado Andrés José de Iriarte y Rojas, a más de los franceses Rieux y Froes, de Pedro Fermín de Vargas, del quiteño Espejo -también precursores- y algunos otros «ilustrados» de avanzada”. (3).

Ya para finalizar, y dejar abierta la discusión quiero proponer algunas reflexiones:

¿Los que se consideran dirigentes estarán a la altura de estos próceres insignes, o su estatura mental es más bien corta?

¿Por qué será que se le tiene miedo a estudiar y analizar la historia, será que los recuerdos asustan e intimidan la conciencia?

¿Valdrá la pena conocer y comprender el pasado?

¿Cuál es realmente la razón para que hayan eliminado el estudio de la historia en el currículo del bachillerato?

¿Los valores que estos próceres mostraron, nos dice algo a los colombianos?