By Observaciones sobre construcción en Zipaquirá
En mi reciente y fugaz visita a la amada ciudad que guarda en mi corazón los más gratos recuerdos, Tuve oportunidad de apreciar al paso por ¨Paso Ancho¨ Un conjunto imponente de edificios que movieron mi interés en escribir estas notas.
Una frase tomada de una respetable columnista del TIEMPO, señora Adriana Larrotta, en la cual hace referencia a la grave situación del mundo actual, que dice: La arquitectura del orden actual está perdiendo adeptos”. El empleo, de la palabra Arquitectura, en esta observación, ha ligado en mi mente, la impactante impresión, del denso e incómodo conjunto urbano de la ciudad de Medellín, a donde después de pasados sesenta y cinco años tuve que regresar por motivos de salud de mi esposa.
Puede parecer desacertada la comparación, pero lo cierto es que experimenté gran sorpresa al ver aquel hacinamiento de torres en Zipaquirá. No tuve la deseable oportunidad de conocer de cerca aquella ostentosa forma de vivienda. Por tanto, solo pretendo hacer un respetuoso comentario, ante la vista de aquel conjunto de torres de diez pisos, lo cual marca el inicio de un proceso urbano, al parecer siguiendo la insistente tónica de tener muy en cuenta la densidad en la ocupación del terreno, dando poca importancia al requerido porcentaje de área libre. El nuevo concepto de vivienda en altura para Zipaquirá, constituye ocasión propicia para el cuidado de la Oficina de Planeación Municipal, consignataria del desarrollo armónico de la ciudad y llama mi interés de hacer un llamado a la agremiación zipaquireña de Ingenieros y Arquitectos respecto a la acción protectora de la ciudad, que por ley le corresponde.
Al hacer alusión a la densidad de población de Medellín, no pretendo desconocer y menos criticar el desmedido afán de lucro de los paisas, el incontrolable costo de la tierra, producto de la condición topográfica y el desmedido utilitarismo, han llevado a esta ciudad a condiciones que la apartan del buen vivir. El equilibrio entre construcción y áreas libres es fundamental para el desarrolle saludable de la comunidad; es tiempo aun de pensar en ello.
Sé que en nuestra amada provincia hay profesionales idóneos bajo cuya dirección está el importante tema que hoy me inquieta, pero una frase que para mí incontable cantidad de años llevo encima y mi ética profesional hacen perdonable hasta la impertinencia porque tiene para mí, especial vigencia aquello de: «Cuando los viejos ya no podemos dar mal ejemplo, damos consejos».
Aprovecho la ocasión para invitar a mis colegas a participar activamente en el amplio espacio de nuestra profesión lo cual obliga la atención y el bienestar de la comunidad, fortaleciendo con sus ideas el desempeño de la gestión administrativa de la entidad municipal bajo cuya responsabilidad está la preservación del carácter de ciudad histórica y soporte de la expansión habitacional, que va perdiendo lamentablemente nuestra querida ciudad.
