Jairo Galeano 2
Opinión

¡Trabajo digno para todos!

“Estamos trabajando muy duro en entender qué está pasando en el mercado laboral. Hay una confluencia de factores atípicos que nos impiden tener una respuesta tajante, pero nos estamos esforzando parta entender lo que sucede y buscar soluciones”. (Revista Semana N°1944 – Ago.2019). Alberto Carrasquilla, Ministro de Hacienda.

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Uno de los más graves problemas que sufre el país además de la corrupción, es la falta de trabajo, particularmente en los jóvenes quienes están siendo los más afectados con esa situación y por consiguiente, correspondería a los responsables de formular las políticas públicas afrontar éste problema, actuar en consecuencia y de inmediato, antes de que la situación se salga de madre y haga metástasis con otros problemas igualmente graves como la inseguridad, la informalidad, la drogadicción, la delincuencia, la pobreza o la mendicidad entre muchos otros. Pero entristece y es deprimente que uno de los economistas más importantes del país sino el que más, nuestro Ministro de Hacienda, salga con un pronunciamiento como el del encabezado, sobre la situación del empleo en Colombia que viene de décadas, es como para… ¡apague y vámonos!

 

Pero si bien las políticas de empleo generalmente se trazan desde el alto gobierno, claro! cuando se esfuercen un poco más e identifiquen las reales causas del problema, corresponde entre tanto a los municipios contribuir con estrategias locales que permitan contrarrestar los efectos nocivos  que genera una tasa de desempleo superior – muy superior realmente al 10%, siendo mayor al de los demás países de América Latina a excepción de Brasil y Venezuela, y que equivale a más de dos millones y medio de personas desocupadas; igualmente deben dichas políticas, mitigar el desempleo juvenil (entre 14 y 28 años) el cual se encuentra alrededor del 17% (algunos analistas lo estiman en 20%) y que es la franja que mayor preocupación debe causar por la incidencia que tiene en el futuro de nuestra sociedad. Dichos indicadores alcanzaron en Cundinamarca, una tasa del 10.1% y 15.3% respectivamente.

 

Zipaquirá desde luego, no es ajena a éste fenómeno y extrapolando información del último censo, cálculos del D.N.P., el DANE y otras fuentes, se estima que contamos con alrededor de 130 mil habitantes, una población juvenil del 25.5% según la pirámide poblacional del DANE, lo que representaría unos 33.000 jóvenes, población a la que al aplicar la tasa de desocupación juvenil promedio del departamento y estimando una absorción educativa de dicha población hasta los 17 años, podría estimarse de manera simple y por sencillo cálculo matemático (no hay estadísticas precisas al respecto), que habría en el municipio unos 4.500 (!) jóvenes desocupados y ello sin considerar el impacto de la migración venezolana que está afectando la ciudad sobre la cual no se tiene estadísticas precisas.

 

Ahora bien, ante una cifra tan alarmante (pueden ser algunos más o unos menos según el margen de error que se considere, pero no más de +500), equivalente casi a un barrio completo, un ejército de muchachos y niñas sin ocupación, por lo que cualquier aspirante a regir los destinos de la ciudad debe preocuparse y aprovechar la coyuntura política para plantear estrategias concretas al respecto en sus programas de gobierno las cuales sería importante conocer.

 

Dentro de ese marco introductorio y sin ánimo distinto a contribuir con algunos planteamientos generales sobre el tema, resultado del haber compartido con expertos en mi condición de estudiante de maestría en economía y luego docente en áreas en que se debatía el problema del desempleo en Colombia, así como alguna experiencia profesional en el sector público de la ciudad, me he atrevido a hacer un breve esbozo sobre el asunto, con ánimo de aportar al debate sobre el tema:

 

Una Política Pública de Empleo como comúnmente la establecen los gobiernos (y desde ya discrepo con la denominación pues considero que debería ser Política Pública para El Trabajo) debe partir de la premisa de que El Trabajo es una actividad económica que permite generar ingresos para mejorar las condiciones de vida de las personas. Se debe por tanto establecer una política pública para la ciudad bajo el lema: “Trabajo Digno para Todos en Zipaquirá”. Dicha política desde luego debe contar con el diseño y la implementación de propuestas estratégicas que permitan aumentar el nivel de ocupación en la ciudad y por consiguiente considero, se debe partir por la identificación y el análisis de las fuentes de ocupación, lo que conduce a las dos connotaciones de Trabajo: Empleabilidad y Emprendimiento.

 

La Empleabilidad se da cuando existe una relación en la que media un nombramiento, un contrato de trabajo o de prestación de servicios en cualquiera de sus modalidades; y es sabido que el mayor empleador del país y en el mundo, es el Estado (Sector Público/Oficial). Debe por tanto el Estado en nuestro caso el Municipio estar en capacidad de absorber hasta donde la ley se lo permita, parte de la oferta laboral disponible a nivel local, mediante estrategias tales como 1) El rediseño y ajuste de las estructuras administrativo-organizacionales de la administración central, de las entidades descentralizadas y de otras entidades o unidades organizacionales que deben considerarse crear para desarrollar una gestión eficiente – no burocráticas -, y de acuerdo a las nuevas condiciones de la ciudad y a las exigencias de la administración pública moderna, 2) Inversión Pública, la administración municipal debe invertir tanto recursos propios como externos, básicamente en infraestructura y particularmente en obras civiles (no vivienda, en éste sector considero que el mercado local está  saturado), que permita la contratación de mano de obra calificada y no calificada del municipio. El sector de la construcción es uno de los mayores dinamizadores de la economía sino el que más, tanto por el empleo directo como indirecto que genera, así como por los bienes y servicios que demanda.

 

La empleabilidad también la aporta desde luego y en medida significativa, el sector privado que hace presencia en la ciudad, particularmente en el comercio, la banca, la construcción, los servicios y desafortunadamente en menor medida la industria. Su inversión en la ciudad es importante pero insuficiente, se requiere como más adelante lo señalo, una estrategia agresiva que induzca a los distintos sectores empresariales a invertir en nuestro territorio.

 

En cuanto a Emprendimiento, es importante establecer políticas claras y concretas enfocadas a la creación  y/o al fortalecimiento de mipymes existentes en el municipio y que demanden mano de obra local, para lo cual se sugiere como estrategia, la creación de un Fondo de Financiamiento Empresarial que contribuya a ese fin, el cual se podría articular con 1) la política de promoción de la Economía Naranja propuesta por el Gobierno Nacional y 2) con una Política de Turismo Sostenible como vocación económica del municipio  y en la que prevalezca, además de la promoción de la Catedral de Sal, la promoción de la actividad artesanal, gastronómica, hotelera, comercial y el transporte entre otras, apoyando con recursos y asesoría proyectos de emprendimiento y/o fortalecimiento empresarial, y 3) Adelantar convenios interinstitucionales con Universidades y la Cámara de Comercio para promover y desarrollar empresa.

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La Política de Turismo Sostenible a nivel local debe constituirse en columna vertebral y eje transversal de nuestra economía, generadora de trabajo y desarrollo social, donde la Empresa Catedral de Sal S.A. S.E.M. debe ser punta de lanza ejecutora autónoma de dicha política, mediante estrategias agresivas de mercadeo a nivel nacional e internacional, por lo que debe democratizarse y fortalecerse, dejar de ser solo recaudadora de entradas a la Catedral y caja menor del municipio (ni tan menor, el último año le transfirió más de 8 mil millones de pesos). La industria turística en Zipaquirá debe ser sólida y de proyección, sobre la que se cimentan muchas otras actividades y la que debe manejarse con un Modelo de Desarrollo con Participación Comunitaria que contribuya a mejorar las condiciones de vida de todos los zipaquireños. Sería importante conocer las propuestas de gobierno de los candidatos a la Alcaldía sobre este tema.

 

Otras estrategias que pueden resultar efectivas y sencillas de implementar, que tal vez  no han sido exploradas o si lo han sido no han dado resultado, pero con determinación y  voluntad política seguramente pueden ser eficaces: i) La inversión privada, es necesario “invitar” inversionistas privados de los distintos sectores económicos – agroindustrial, comercio, servicios, educación, tecnología, etc.-, a que se vinculen a la ciudad, ofreciéndoles atractivos tributarios y en contraprestación que generen puestos de trabajo. ii) La formalización laboral, se deben desarrollar estrategias que promuevan la formalización laboral mediante programas de emprendimiento que permita a quienes ejercen un trabajo informal, desempeñarlo en condiciones dignas, con protección social y a su vez mejorar sus condiciones de vida. El Ministerio de Trabajo constituyó la Red Nacional de Formalización Laboral a la cual se puede vincular el Municipio con el fin de recibir aportes en este campo. iii) Apoyo al Desempleado: Ante la magnitud del nivel de desempleo en la ciudad y las consiguientes consecuencias que ello implica, se propone la creación de un Fondo Municipal de Protección al Desempleado, focalizando su apoyo principalmente a madres cabeza de familia y como un modelo similar con el que operan las cajas de compensación familiar con quienes se puede adelantar una alianza estratégica para mitigar el problema de ingreso básico al desempleado. Ya mediante Ley 789 de 2002, 1450 de 2011 y sus decretos reglamentarios, se consideró la figura del Fondo para la protección del desempleado y fomentar el empleo.

 

A manera de conclusión se puede afirmar que el Gobierno Nacional debe, ante el grave problema de desempleo y en particular el desempleo juvenil, de una vez por todas, en forma clara y concreta, establecer una hoja de ruta, definir estrategias de choque con la participación del sector productivo del país y el mismo sector público, con compromisos de parte y parte, con metas cualificables y cuantificables a corto y mediano plazo y con indicadores de medición de resultados que permita valorar la gestión; no pueden seguir dilatando las decisiones y permitir que el problema les tome más ventaja o esperar que ahora que se acerca la negociación del salario mínimo, se vuelva al consabido argumento ya recurrente de que un aumento por encima de la inflación genera desempleo. El análisis es elemental: Si aumenta el índice de ocupación hay mayor ingreso lo que permite un mayor consumo y por consiguiente se incrementa la demanda, la que a su vez impulsa mayores niveles de producción de bienes y servicios para lo cual se requiere más mano de obra y por consiguiente mayor ocupación, todo bajo un estricto control del Estado en la estructura de precios para evitar efectos inflacionarios. ¿Estaré equivocado? 

*Profesor Universitario.

*Fue Personero, Sec. de Hacienda,  Director Adm. del Hospital, Gerente General de la EAAAZ.

«La Política de Turismo Sostenible a nivel local debe constituirse en columna vertebral y eje transversal de nuestra economía, generadora de trabajo y desarrollo social, donde la Empresa Catedral de Sal S.A. S.E.M. debe ser punta de lanza ejecutora autónoma de dicha política»

Extrategia Medios
Equipo de redacción de Extrategia Medios

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