Opinión

Tasa de Desempleo no cede a pesar de mayor crecimiento económico ¿Qué puede estar pasando?

Omar Javier Suárez Triviño

Economista

 

Para que el salario mínimo pueda aumentar en mayor magnitud de manera saludable, es importante encaminar las políticas públicas a incrementar la productividad laboral promedio, para que el mayor valor pagado al empleado le sea compensado al empleador con mayor producción.

 

La alta tasa de desempleo en Colombia se ha convertido en uno de los mayores dolores de cabeza para el Gobierno Nacional, pues a pesar de que el crecimiento económico ha mostrado una aceleración relevante, pasando de 1,4% en 2017 a 3,3% en el 2019 y que la Ley de Financiamiento ha reducido la carga tributaria de las empresas, la tasa de desempleo no cede, sino que, por lo contrario, ha venido aumentando de manera vertiginosa, ubicándose en 10,5% en 2019, mayor al 9,7% registrado en 2018. ¿Cuáles pueden ser las explicaciones de este comportamiento?

 

  1. Inmigración Venezolana: La inmigración de más de 1,6 millones de venezolanos por la crisis que se vive en dicho país ha generado un impacto relevante sobre el mercado laboral colombiano. De esta manera, la población más afectada ha sido el mercado informal (aquel que no paga prestaciones sociales) y los empleos de menor calidad, afectando en mayor medida a las personas con menores ingresos.

 

  1. Alto incremento del Salario Mínimo: Durante los 2 años del gobierno actual, el salario mínimo ha incrementado mucho más allá de lo que los economistas sugieren. La fórmula técnica para determinar el incremento de dicho rubro propone que el crecimiento del salario mínimo debería ser igual o levemente superior a la inflación (se debe tener en cuenta la inflación del año actual y la inflación esperada del próximo año), más el aumento en productividad laboral. De esta manera, si siguiéramos con rigurosidad dicha fórmula, teniendo en cuenta que la inflación del 2019 fue de 3,80%, la inflación esperada para 2020 estaba entre 2,8% y 3,8% y el incremento en la productividad en 2019 fue de 0,21%, el aumento en el salario mínimo debió haber estado alrededor de 4%-4,5%, muy por debajo del incremento de 6% que finalmente se estableció. Si hacemos el mismo ejercicio para el 2019, el salario mínimo en dicho año debió haber aumentado entre 4,9% y 5,2%, frente al 6% alcanzado.

 

Aunque los economistas entendemos la queja social por el bajo incremento en el salario mínimo, los colombianos también deben entender que un aumento muy por encima de la fórmula técnica, tal como ha ocurrido en los 2 últimos años, va a traducirse en mayor desempleo e incremento en la informalidad, generando una mayor precariedad en el mercado laboral. Para que el salario mínimo pueda aumentar en mayor magnitud de manera saludable, es importante encaminar las políticas públicas a incrementar la productividad laboral promedio, para que el mayor valor pagado al empleado le sea compensado al empleador con mayor producción.

 

  1. Reducir arandelas que encarecen la mano de obra: Aunque el salario mínimo decretado por el gobierno fue de 877.803 millones de pesos para el año 2020, el empleador realmente tiene que pagar 1.479.684 millones de pesos, encareciendo la mano de obra. Estas arandelas, como el caso de los parafiscales, desincentivan la contratación laboral, provocando mayor desempleo e informalidad. Con el objetivo de esquivar dichas arandelas, muchos negocios prefieren contratar en la informalidad, no pagando prestaciones sociales a sus empleados y aumentando la precariedad de los empleados. Una alternativa podría ser eliminar los parafiscales de los costos laborales y buscarles financiamiento por otro lado.

 

  1. Resulta favorable reemplazar mano de obra por máquinas: La Ley de Financiamiento aprobada en el año 2018 y La Ley de Crecimiento del 2019 crearon la exención del 100% del IVA a la compra de bienes de capital, abaratando en términos relativos su precio frente al costo de la mano de obra. De esta manera, el gobierno busca aumentar la productividad de las empresas por medio de la compra de bienes de capital. No obstante, el abaratamiento de estos, junto a una mano de obra que se ve relativamente cara por su baja productividad laboral y amplias arandelas, deja menores incentivos para contratar nuevos empleados.

 

  1. Mayor crecimiento económico no es suficiente: Aunque el crecimiento económico ha mostrado una aceleración en los últimos años, pasando de 1,4% en 2017 a 3,3% en 2019, este se encuentra muy lejano al 5% que en promedio se evidenció entre 2010 y 2014, cuando vivíamos la bonanza petrolera. Según cálculos de diversos estudios, para que el desempleo se estabilice, se necesita un crecimiento económico del 3% de manera sostenida, número difícil de mantener, dada la desaceleración de la economía global, de nuestros principales socios comerciales y de toda Latinoamérica.

 

  1. La tecnología supone un reto para el mercado laboral: Los nuevos modelos de negocio disruptivos en todos los sectores, basados en su gran mayoría en la tecnología, se han convertidos en un reto relevante para el mercado laboral. La expansión del e-commerce, la disminución de sucursales bancarias por el fortalecimiento de la banca digital y la robotización de procesos son algunas de las tendencias que generan un cambio estructural en el mercado laboral, pues implican la disminución de mano de obra con las cualidades que tradicionalmente demandaban por empleados con conocimiento y experiencia diferente, acorde a los nuevos modelos de negocio.

 

  1. Efecto rezagado del crecimiento económico sobre la tasa de desempleo: Según diversos estudios, un mayor crecimiento económico tiene un efecto rezagado entre 12-18 meses, por lo cual podríamos empezar a observar una estabilización y posible mejora en la tasa de desempleo en el año 2020.

 

Aunque el crecimiento económico ha mostrado una aceleración en los últimos años, pasando de 1,4% en 2017 a 3,3% en 2019, este se encuentra muy lejano al 5% que en promedio se evidenció entre 2010 y 2014, cuando vivíamos la bonanza petrolera.

 

*Omar Javier Suárez Triviño es Economista, Profesional en Finanzas y Comercio Internacional de la Universidad del Rosario. Actualmente es el gerente de Estrategia de Renta Variable, en Casa de Bolsa, Comisionista del Grupo Aval. Cuenta con un posgrado de Especialización en Mercado de Capitales (Universidad del Rosario); tiene una Maestría en Finanzas Corporativas (CESA).

 

 Experiencia: Analista de Bolsa / Analista Macroeconómico / Analista de Divisas 

Extrategia Medios
Equipo de redacción de Extrategia Medios

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