SALUD Vs. ECONOMÍA

Si, indudablemente son estos dos frentes que no solo a nivel nacional sino internacional, están poniendo a prueba a todos los gobiernos del mundo en estos momentos de dificultades por los que estamos atravesando. Y cada uno a su manera, están implementando estrategias de contención que permitan, tanto proteger la salud de sus nacionales como de los estragos económicos que producirá éste que, dicen la mayoría de analistas, es el reto más difícil que afrontaran después de lo que significó la reconstrucción de muchos países al terminar la segunda guerra mundial. Un reto que ha dejado al descubierto tanto las fortalezas que se tienen, como desde luego las debilidades.

 

En nuestro país, después de un largo proceso de adopción de medidas para fortalecer el Sector Salud, tal vez desde 1975 cuando se creó el Sistema Nacional de Salud, luego el Sistema Municipal de Salud en 1990, la expedición de la Ley 100 de 1993, la Ley Estatutaria 1751 de 2015 hasta el mismo ‘Acuerdo de Punto Final’ del año pasado, todas bien intencionadas, pareciera que el destino estuviera esperando al final del camino para tomarnos la lección y hacernos un examen para ver si lo que se ha hecho fue bien concebido, era lo que se necesitaba, se asimiló y se implementó correctamente y si se ha hecho bien la tarea. ¡Y qué examen Santo Dios! Una pandemia de origen aún no confirmado que pretende arrasar y llevarse por delante a quienes encuentre descuidados. Y efectivamente como era de esperarse, nos cogió, tal vez no solo a nosotros sino a la mayoría de los países del mundo, como se dice coloquialmente, ‘con los pantalones abajo’.

 

Si bien podría afirmarse que tenemos Solidez Jurídica en Salud, se debe reconocer que hay déficit de recurso humano capacitado (según la OMS se requieren 25 médicos por cada 10.000 habitantes, Colombia tiene 19) y en infraestructura, según informe del MinSalud, hay unas 6.268 camas de Cuidados Intensivos (en Cundinamarca hay 168. En Zipaquirá, en el Nuevo Hospital, dicen contar con 46, pero al parecer no están todas disponibles) y se requieren mínimo 10.000 dotadas con respiradores, equipos estos que tampoco hay en la cantidad necesaria e igualmente, no existen laboratorios suficientes para pruebas diagnósticas entre otros requerimientos urgentes.

 

{module PublicidadInterior}

 

A pesar de ese panorama un poco pesimista, hay que reconocer que la reacción del Gobierno ha sido sobresaliente; ha demostrado que no se amilanaron y han tomado el toro por los cuernos. Que algunas se tomaron tarde y que falta tomar otras más radicales, tal vez. ¿Que no estábamos preparados? Cierto, pero acaso ¿quién lo estaba para una pandemia como ésta? Y aunque algunos países tuvieron conocimiento de lo que se les venía y pudieron haberse preparado mejor como Italia, España y EEUU, no previeron sin embargo la magnitud del virus ni que los resultados fueran tan catastróficos y por ello no tomaron medidas preventivas a tiempo y han tenido que replantear sus políticas de sanidad para enfrentar la situación.

 

A nivel nacional y tras declarar el Estado de Emergencia, se vienen tomando medidas importantes entre las que cabe resaltar la destinación de recursos adicionales para la salud – se habla de más de $15 billones -, además de poner en marcha el esquema de Punto Final en Salud que pretende aliviar estructuralmente los problemas financieros del sector; la protección a la Población Vulnerable mediante asignación de recursos a Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Adulto Mayor; Protección al Empleo mediante créditos blandos a mipymes, y al escribir esta columna, se dice que hay un borrador de un Decreto mediante el cual el Gobierno Nacional asume el pago de la nómina durante tres meses a aquellos trabajadores que devenguen hasta cinco salarios mínimos en mipymes. Una ayuda importante que les daría oxígeno a su caja para enfrentar la situación, además de preservar el empleo de por lo menos 7.500.000 de personas.  

 

Otra de las medidas adoptadas fue el llamado Alivio Financiero para deudores del sistema bancario que permite aplazar el pago de cuotas de créditos, prorrogando el plazo, medida a mi criterio insuficiente y demagógica, pues bien hubiese podido el Gobierno, exigirle al sector financiero, al que le dimos la mano los contribuyentes hace unos años con la contribución de 2×1000 ¿Recuerdan?, que era temporal y hoy ya está en 4×1000, se hubiese podido repito, ordenar el no cobro de cuotas en estos próximos dos o tres meses, lo que estén seguros no afectaría significativamente sus resultados 2020,  pues un 10 o 15 por ciento menos de utilidades (equivalente a entre $1.3 y $1.9billones) a obtener este año respecto a su nivel obtenido en el 2019 de $13.1 billones, es un costo asumible y aceptable por efectos de la crisis económica generada por la pandemia, como lo asumirán en menor o mayor grado, los demás sectores económicos del país.

 

Ahora bien, en cuanto a lo local, el Alcalde ha aprobado con suficiencia esta primera prueba de fuego con la que prácticamente lo inauguraron, ha demostrado liderazgo y autoridad, ha estado al frente de la situación demostrando manejo en la contención y mitigación del virus; sin embargo, si bien se le reconoce esa gestión, esta se centró en lo fundamental: Preservar la Salud de los zipaquireños, importantísima, pero no la única, ya que hay otro aspecto que golpea y golpeará tan fuerte al ciudadano como el mismo virus: El Económico, segundo frente al que me refería al inicio y sobre el cual la reacción ha sido tal vez opacada por la primera y sobre la que hay que tomar también acciones inmediatas, algunas en curso pero no suficientes, me refiero a la aprobación por Concejo el proyecto de ampliar plazos para pago del Impuesto Predial e ICA, y la distribución de cerca de 4.000 mercados a familias vulnerables, acciones importantes repito, pero insuficientes para mitigar el impacto económico en las familias de bajos ingresos.

 

Algunas acciones adicionales que podrían considerarse serían el proponer a la Junta Directiva de la EAAAZ, una ampliación de plazos para pago y hasta una reducción de tarifas a los servicios de Acueducto, Alcantarillado y Aseo, estoy seguro por que la conozco, que la empresa, ‘reina de la corona’ como eufemísticamente la llaman, puede resistir una reducción temporal de 30, 40 y hasta 50 por ciento en las tarifas por estratos, sin poner en riesgo su estabilidad financiera. De igual manera podría promoverse a nivel regional y con el liderazgo de Zipaquirá, iguales medidas para los servicios de energía eléctrica, gas, operadores de telefonía, Internet, al igual que para Impuesto de Vehículos y Revisión Tecno-mecánica entre otras, (algunas de éstas ya tomadas a nivel distrital).

 

{module PublicidadInterior}

 

En el aspecto de pérdida de ingresos por Desempleo, que afectará tanto a informales, aquello(a)s que viven de la venta diaria como a trabajadore(a)s formales (se estima que el desempleo subirá a un 13,5% – considero puede llegar a un 16-17%. ¡Grave!), la participación del Sector Productivo Local como del Sector Público Municipal para contrarrestar ese efecto, será importantísima;  para ello es indispensable empezar desde ya a elaborar un Plan de Acción, Salvamento o Reactivación Económica de Zipaquirá que se constituya en la Hoja de Ruta para los próximos años y que permita establecer una política pública, diseñar estrategias, elaborar planes de acción y definir una serie de actividades tendientes a la recuperación económica de la ciudad en el inmediato futuro.  

 

En cuanto al Sector Productivo, las acciones deben estar focalizadas a atender con recursos nacionales, departamentales y municipales a pequeños y medianos empresarios, en especial del Comercio, el Turismo y actividades complementarias a éste: Hotelería, Gastronomía, Artesanos,  Transporte, etc., para que puedan reactivar sus empresas; para ello será necesario apelar al  documento entregado por el MinComercio “Caja de Herramientas”, instrumento de planeación que debe venir acompañado de líneas de recursos del propio Ministerio, Procolombia, Economía Naranja, etc., para el sector. Otra opción, planteada en otra columna (tal vez hoy habrá que ponerla en remojo), es la creación de un Fondo de Financiamiento Empresarial con recursos provenientes de Catedral de Sal, el Presupuesto Municipal y otras fuentes y que mediante capital semilla, permita el fortalecimiento y/o creación de empresa en Zipaquirá.

 

Respecto al papel directo de la Administración Municipal, se requiere que despliegue toda su capacidad de absorción de recurso humano a través de una reestructuración inmediata de su planta de personal que permita crear puestos de trabajo, como nuevas Secretarías que fortalezcan la atención al ciudadano, nuevas Unidades de Gestión en la estructura de la Administración, creación de Institutos o Entidades Descentralizadas que optimicen el servicio público municipal, así como adelantar de inmediato, obras y actividades que requieran la utilización de mano de obra intensiva.

 

Finalmente y como es sabido el escaso margen de maniobra de la Administración para acceder a recursos de crédito, sería bueno saber si se están elaborando proyectos para acceder a los recursos ofrecidos por el Gobierno Nacional y Departamental para paliar la pandemia, los que muy seguramente permitirán fortalecer los servicios de salud en la ciudad, como dotar, repotenciar y ampliar cobertura de los puestos de salud municipal, adelantar campañas de prevención y promoción en salud, contratar profesionales para atención en medicina general y especializada, no solo en el sector urbano sino en el rural donde también se necesitan. Y mencionando el Sector Rural, es importante tener en cuenta al Campesino, otro héroe en esta batalla contra el virus que no ha bajado la guardia y se mantiene produciendo, despachando y contribuyendo a la seguridad alimentaria de la población; hay que aplaudirlos y apoyarlos también con obras y recursos.

 

“Tanto proteger la salud de sus nacionales como de los estragos económicos que producirá éste que, dicen la mayoría de analistas, es el reto más difícil que afrontaran después de lo que significó la reconstrucción de muchos países al terminar la segunda guerra mundial».