Seguridad, un elemento fundamental para la Vereda la Balsa de Chía
El alcalde Luis Carlos Segura firmó acuerdos para activar mecanismos de seguridad y bienestar para la comunidad.
Alcalde Luis Carlos Segura/Fotografía/Cortesía.
CHÍA, CUNDINAMARCA.
Acercarse a las comunidades, conocer cuáles son las problemáticas que las aquejan, adquirir un compromiso con los ciudadanos y crear mecanismos para solucionarlas, hacen parte de las actividades que adelanta la Administración Municipal de Chía liderada por Luis Carlos Segura Rubiano con el objetivo de proyectar al municipio como uno de los pioneros en materia de seguridad.
Así, el pasado sábado 25 de enero los habitantes de la vereda la Balsa, sector la Virgen, recibieron la visita del alcalde, uniformados de la Policía Nacional y miembros del Gabinete Municipal con el propósito de conocer de primera mano las situaciones más marcadas y que aquejan a la comunidad.
Dentro de las problemáticas nombradas por los habitantes del sector, robos, focos de delincuencia en terrenos baldíos, el microtráfico, al igual que el consumo de sustancias psicoactivas, son las más frecuentes y que determinan mayor atención de los entes gubernamentales y de la fuerza pública.
El comandante de la Policía de Chía, Mayor Jonathan Peña, manifestó que se pretende fortalecer la red de cuadrantes para garantizar una respuesta efectiva y oportuna a los llamados de la comunidad.
Por su parte, el alcalde Luis Carlos Segura explicó que por la ubicación de este sector siendo una de las salidas del municipio de Chía, la presencia de la Fuerza Pública debería estar de manera permanente para contrarrestar los actos delictivos y contribuir con la calidad de vida de los chienses.
Finalmente, al término del encuentro se firmaron los acuerdos entre la Administración y la comunidad, que pretenden la creación de un Frente de Seguridad que apoye las labores de los uniformados de la Policía y así, seguir con la construcción de una ‘Chía Segura’.
Mayor Jonathan Peña/Fotografía/Cortesía.
Robos, focos de delincuencia en terrenos baldíos, el microtráfico, al igual que el consumo de sustancias psicoactivas, son las más frecuentes en el sector.
