By Los recuerdos, la nostalgia, riesgos y la devoción a la Virgen de Guasá en la Construcción de la Primera Maravilla Mundial.
Los recuerdos, la nostalgia, riesgos y la devoción a la Virgen de Guasá en la Construcción de la Primera Maravilla Mundial.
Zoraida Chávez Posada, Jorge Enrique Castelblanco y Raúl Alfonso Galeano Martínez. Foto/Cortesía.
ZIPAQUIRÁ, CUNDINAMARCA.
En la tarde y parte de la noche del día de ayer viernes 20 de octubre, dentro del tiempo de celebración en Honor a la Virgen de Guasá, la Fundación Nacional Zipaquirá, (FUNZIPA) y la Casa Museo Quevedo Zornoza abrieron un espacio de remembranzas, en las instalaciones de la Casa Museo, para brindar reconocimiento a diferentes mineros de la Sal, que hace muchos años trabajaron en las entrañas de la tierra salina para extraer este producto que sería procesado y refinado para el bienestar y disfrute de los colombianos, además de los derivados de la sal.
Pero no solamente su trabajo quedó allí, sino que su decidida labor contribuyó para que esos socavones producto de la explotación salina, poco a poco se fuera esculpiendo y tallando hasta lograr perfeccionar magistralmente, con la asesoría de arquitectos e ingenieros expertos, una obra que se convertiría en una maravilla Mundial, la Primera Catedral de Sal.
Este homenaje que contó con un importante número de asistentes, se emocionaron y vibraron con las anécdotas, historias, curiosidades, vivencias y hechos riesgosos, que contaron y describieron con gran nostalgia y puntual precisión, legendarios trabajadores de las minas de sal en Zipaquirá sus compañeras y sus hijos, que dicen, siempre estuvieron al amparo y protección de la Virgen de Guasá.
La Directora Ejecutiva de la Casa Museo Quevedo Zornoza, Zoraida Chávez Posada, y su equipo de trabajo, dispusieron de todos los elementos necesarios para hacer este homenaje con gran sentimiento y recordación, donde las lágrimas en varias mejillas se desgranaron de sentimiento y porque a varios de los homenajeados nunca se les había reconocido su aporte y labor, en el ícono maravilloso que hoy reconoce el mundo entero.
También hubo un capítulo con gran trascendencia, como lo es la construcción de la Nueva Catedral de Sal, obra también tallada por mineros expertos, obra que sirvió para ubicar una nueva Maravilla Mundial ya que la antigua tuvo que ser cerrada definitivamente porque empezó a presentar dificultades riesgosas de inestabilidad arquitectónica.
En esta oportunidad el Ingeniero de Minas, Jorge Enrique Castelblanco, evocó la labor de los mineros y el proceso de construcción de la Nueva Catedral de Sal, después que Castelblanco junto a importantes hombres de visión turística y de ingenieros del entonces Instituto de Fomento Industrial (IFI)-Concesión de Salinas, se decidieron a soñar con una nueva catedral ante el deterioro e inminente cierre de la original por varias razones.
Álvaro Peña Onzaga, (de Funzipa), Zoraida Chávez Posada y Luis Alfonso Rodríguez Valbuena./Foto/Cortesía.
El Alcalde de Zipaquirá, Luis Alfonso Rodríguez Valbuena y el Gerente de la SEM Catedral de Sal, Raúl Alfonso Galeano Martínez, también hicieron reconocimiento a los mineros y a su compromiso que siempre tuvieron en labrar uno de los más importantes íconos del turismo internacional, hoy lográndose elevar a Maravilla Mundial.
Finalmente hubo muchas risas y aplausos al disfrute de una copa de vino y algunas totumaditas de chicha zipaquireña, con el sabor de la satisfacción de haberle cumplido, los mineros, a Zipaquirá, Cundinamarca y Colombia con esa gran proyección internacional como lo es hoy en día Catedral de Sal.
“En la Casa Museo Quevedo Zornoza se está exhibiendo la Exposición titulada ‘Remembranzas Mineros de la Sal’, la cual está abierta al público en general”.
