Sólo hay hombres y mujeres en la tierra

A propósito del movimiento LGTBI.

¿La naturaleza humana esconde otras posibilidades de género?    

La genética no está estudiada suficientemente, para encontrar aquellas posibilidades. Los conceptos de hombre y de mujer son subjetivos. He aquí una visión desde la unidad de los opuestos.

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El contrario existe porque existe el contario de él.

Las manos también son opuestas: derecha e izquierda. Diestra y siniestra.

Los cromosomas llevan la información como una impronta que va a quedar ceñida en cada individuo desde la concepción hasta la muerte. Como la marca que lleva el ganado para identificar a su dueño. Estas marcas determinan que sea hombre o mujer, macho o hembra y todos los demás distintivos. En los seres humanos, como en otras especies, existe un intermedio: el individuo machihembrado. Por error genético o porque no hemos acuñado el concepto de machimbre. Entonces diríamos: en la tierra sólo hay machos, hembras y machimbres. Así como también en la industria encontramos un artefacto que le sobresale una extensión de sí mismo o apéndice y una invaginación o ranura dentro de la cual encaja el apéndice de otro elemento similar.

Sólo hay hombres y mujeres en la tierra, es un enunciado subjetivo. Si vamos a la creación, relatada en libros sagrados, las manos que crearon al ser humano también son opuestas: derecha e izquierda, o ¿sería que la derecha creó al hombre y la izquierda a la mujer? El concepto de diestro y siniestro también es subjetivo. No puede ser que Dios haya creado con la mano derecha al hombre para darle la impronta de correcto y con la izquierda a la mujer para predestinarla como siniestra. Las dos manos crearon a los dos, del mismo barro o del mismo material. La calidad del barro o sus componentes hicieron que los dos fueran diferentes, opuestos, contrarios:

 “La oposición de las cosas no es la sustancia, la materia de la que están hechas, sino su ordenamiento, su ley, que son ordenamientos y leyes de la sustancia de la que están hechas las cosas…” Éfeso

Hombre y mujer se identifican como contrarios. Si la ingeniería genética falla, no por lo del machimbre, porque al fin y al cabo también existen en otras especies animales y vegetales, como hermafroditas, sino por el mecanismo que determina al hombre y a la mujer y su funcionamiento o comportamiento: Estamos frente a otros conceptos que hoy empiezan a ser aceptados: marimacho, marica, lesbiana, homosexual. Y de aquí surgen otros productos que podríamos llamar exóticos, anormales, malformados o simplemente monstruos; como en los animales: sin brazos o con tres; sin piernas o con tres; con dos cabezas o pachas que generalmente son inviables el uno o el otro, o los dos.

Desde el punto de vista de la creación divina, una vez estuvieron creados el hombre y la mujer, vino el desacato, por el embaucamiento a la mujer, en el que una siniestra criatura le convidara lo que no debía y al final, todos salieron castigados, la figura perversa que andaba erguida y elegante como vendedor de planes de telefonía, a partir de ahí fue condenada a arrastrarse por la tierra y desde entonces la siniestra empezó a ser la mujer.

El contrario existe porque existe el contario de él. Pero los dos opuestos son complementarios, no puede existir el uno sin el otro y el fruto de esa complementariedad debe ser otro hombre u otra mujer, productos o consecuencias diferentes son engendros del comportamiento conductual de cada uno de los opuestos y que es del libre albedrio.